Una centésima de segundo

Este vídeo lleva un tiempo dando vueltas por Internet y redes sociales varias, ha ganado varios premios y es el detonante de un sin fin de comentarios, críticas e insultos hacia la figura del periodista y/o fotógrafo. Si os aventuráis a buscarlo encontrareis miles de comentarios haciendo referencia a la figura del periodista como mero espectador de las desgracias humanas y que encima se enriquece mientras se mantiene impasible ante situaciones como esta.
Sí, sólo espectadores, no? Por favor! no frivolicemos.
Alguien tiene que encargarse de comunicar, transmitir la realidad de tantos conflictos bélicos que existen en el mundo. Culpemos al fotógrafo o al periodista que hace de tripas corazón, dejando familia atras y que viven sabiendo que ese día puede que tome su última fotografía y se convierta en blanco perfecto.
Seguro que habéis escuchado hablar de Kevin Carter, quién gano el Pulitzer en 1994, por una fotografía divulgada hasta la saciedad, en la que sale una niña siendo acechada por un buitre, que según las teorías esta esperando que muera para alimentarse de su carroña. Tiempo después de recibir el premio el fotógrafo se suicido, dejando tras de si la leyenda de un suicidio por el gran pesar moral que le había dejado la fotografía.
Historia, que en estos años se ha convertido en la mas perfecta carne de cañón para criticólogos y ofendidos. Pero lo cierto es que al parecer nada paso como la leyenda ha dejado escrito en la historia. Ni se quedo de brazos cruzados ante la situación (espantando al buitre) ni tenía muchas mas opciones ante la situación de la niña (llevársela a casa?) ni se suicido por el tormento (más bien por una mezcla explosiva de depresiones, problemas en sus relaciones sociales y drogas). Aquí podéis leer el relato de unos fotógrafos que acudieron años después al mismo lugar donde fue tomada la fotografía y pudieron realizar una bastante semejante a la de Carter.
Ahora que he ilustrado con otro ejemplo más de lo rápido que se lanzan a la yugular de los periodistas y fotógrafos, continuo...
Mejor, que todos los periodistas y fotógrafos nos convirtamos en misioneros o voluntarios, y nos vayamos igualmente a los conflictos pero esta vez sin medios, a ayudar a los civiles, mientras tu en tu casa sin noticias del exterior pensando que todo va bien y el mundo es maravilloso. Si hay que hacer algo debe ser entre todos, que es muy facil criticar a los que intentan al menos contar lo que pasa, a los que tienen el valor de plantarse ante el dolor y traertelo a tu casa (eso si, omitiendo la ardua tarea que se necesita para conseguir contar lo que verdaderamente pasa, escapando de esas "influencias mediaticas").